En Escritos a dos almas, padre e hija se unen y nos comparten sus poemas; dos generaciones con voces diferentes que nos conducen en su periplo individual, aunque en no pocas ocasiones transiten un mismo camino.
Si escribir poemas fuera jugar con las palabras para lograr descifrar un instante, leerlos sería conectar con ese momento de intimidad sugerido, así que podemos aceptar esta invitación, dejarnos llevar por sus anhelos y descubrir la verdad que tratan de revelarnos.
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