“Charlas con Tito Livio, una biografía apócrifa de Benito Pérez Galdós”, de Plácido Checa Fajardo
€12.00
Benito Pérez Galdós (1843-1920) nació en Las Palmas y aquí vivió hasta que, con diecinueve años cumplidos, se trasladó a Madrid con la intención de estudiar Leyes (Derecho).
Durante los primeros años de estancia en la capital del Reino, siguió en contacto permanente con Las Palmas, volviendo a pasar los veranos, como todos los estudiantes canarios de la época, en 1862, 63, 66 y 69. No vino en el 65 porque había empezado a trabajar como periodista en La Nación y tampoco lo hizo en el 67 y 68 porque viajó por Francia con su familia.
En 1870 publicó su primera novela, La Fontana de Oro, comenzando su meteórica carrera literaria con la edición de una media de dos títulos por año (Episodios Nacionales, novela y teatro, además de ensayo y crítica literaria).
El verano de 1871 (contaba Galdós con veintisiete años y tres novelas publicadas), acompañado de su hermana Concha y su cuñada Magdalena Hurtado de Mendoza, viajó a Santander para pasar el verano en la orilla del Cantábrico, y tal vez buscando su añorado mar de Las Palmas. A partir de ese año, Galdós pasó todos los veranos en la ciudad cántabra, aumentando el tiempo de estancia allí después de la construcción de San Quintín.
Corría el año 1911 cuando Tito llega accidentalmente a San Quintín y se convierte uno de sus perros favoritos de Don Benito, que pasaba por momentos muy difíciles por los graves problemas de ceguera incipiente tras la fallida operación de su ojo izquierdo y el grado creciente de deterioro del derecho.
En el verano de 1917, el último que Galdós pasaría en San Quintín, durante las tardes de penumbra del gabinete de trabajo del Maestro, Tito se convierte en el único confidente con el que Galdós quiso hablar abiertamente de su infancia y juventud en Las Palmas.
Estas «memorias apócrifas de Benito Pérez Galdós» están divididas en dos partes, Santander y Las Palmas, que se corresponden con las dos ciudades en las que se desarrollan los acontecimientos que en ellas se narran, y en las que la senectud y la niñez de Galdós se funden en el relato de Tito, «su perro favorito».
Agotado
No hay opiniones.